VOLVEREMOS

industria del espectáculo

Sí, todos estamos en “survival mode”. Estamos viviendo uno de los momentos más delicados que se recuerdan a nivel global, y especialmente para la industria del espectáculo. Cuesta encontrar motivos para levantarse y mantenerse activo si uno está confinado en casa, y todavía nos cuesta más pensar en lo que está por venir.

Sabemos que lo que ahora toca es colaborar con las autoridades sanitarias para salir de este pozo. Pero por encima de cualquier otra consideración, hay algo que todo profesional del espectáculo debería tener claro: nosotros volveremos. Hemos demostrado varias veces que somos una comunidad de profesionales fuerte y comprometida con nuestro oficio. El virus que nos atenaza disminuirá su impacto, el ocio volverá a estar presente (quizá más fuerte que nunca), y los eventos requerirán a nuestra industria. Si tú has sido parte de ella, volverás. Y cuando vuelvas, serás más fuerte, y con un poco de esfuerzo, estarás más preparado.

La importancia de aprovechar el tiempo.

No hay mejor manera de gestionar tu tiempo que pasándolo con aquellos a los que quieres. Por fortuna vivimos en una sociedad donde la comunicación remota es posible y accesible, y esto nos ayuda a estar más cerca de los nuestros, aunque vivamos en sitios diferentes y no podamos visitarnos. Pero recuerda que esta sociedad de la información también nos brinda poderosos recursos para aprender más sobre el mundo de la luz, el vídeo, o el sonido.

Uno de los pocos motivos para ser positivo radica en el hecho de que todos los agentes del medio se están volcando en ofrecer sus recursos para el bien de la comunidad. Revistas y portales como este siguen produciendo contenidos. La mayoría de fabricantes están produciendo y liberando tutoriales y otras herramientas educativas online. Hay profesionales reconocidos que están ofreciendo charlas en streaming, empresas de rental que organizan actividades a distancia, y centros de formación que ofrecen cursos de manera gratuita.

Mi mensaje es sencillo: aprovéchalo. Y tengo una historia para intentar convencerte.

Hace muchos años, en un lugar del que probablemente no quiero acordarme, un servidor cargaba camiones por una cantidad de dinero bastante modesta. Desgraciadamente no había demasiado trabajo, por lo que ese escaso dinero había que exprimirlo al máximo. En aquellos días era difícil visualizar un futuro para mí en la industria. Bueno, ¿hasta qué edad seré capaz de cargar flight cases en el camión? ¿Y si no me llaman más? ¿Por que deberían escogerme a mí que soy nuevo, y no a mis compañeros, con años de experiencia? Todas estas dudas resultaban razonables, y no tenían demasiada solución… O eso pensaba entonces.

Un día decidí que, si este mundo se iba a acabar para mí, al menos debía intentar quedarme con todas mis fuerzas. Y como en aquel momento los recursos eran limitados, cogí una guía telefónica y empecé a marcar a diferentes empresas audiovisuales. Muchos debieron alucinar con la llamada. Pero otros respondieron. Recuerdo que uno me preguntó si me gustaba la esclavitud. Y yo contesté, como buen gallego, que “depende”. No me ofrecía trabajo remunerado, ni expectativas de futuro. Pero me abrió las puertas de su nave, y me dejó acceder a todo su material.

Dar el siguiente paso.

En seguida me quedó claro que nadie iba a mover un dedo por mí. ¿Que podía hacer entonces? No se me ocurrió otra cosa que abrir una consola de iluminación, imprimir su manual de usuario, y empezar de cero. Esa fue mi manera de dar el paso. Es verdad que había recibido formación en imagen y sonido, pero de escenario sabía más bien poco y muy a duras penas entendía las posibilidades de una cabeza móvil.

Pero hoy Internet nos ha empujado a todos al siguiente nivel. Fabricantes de controladores como Avolites, ETC, Obsidian, MA o Chamsys te ofrecen tutoriales gratuitos, sesiones de streaming online en las que puedes hacer cualquier tipo de pregunta, y profesionales con experiencia dispuestos a enseñarte, si tú quieres aprender. No será fácil. Tendrás que dedicarle tiempo, esfuerzo, y ganas. Fallarás en lo mismo varias veces, y tendrás ganas de dejarlo todo. Pero créeme, si sigues, llega.

Un mes después de haberle dedicado tiempo en cuerpo y alma a aquella mesa de luces, me dieron la oportunidad de hacer un bolo. Sólo eran botes de PAR y dimmers; una cosa muy sencilla. Tuve que cargar y descargar el camión prácticamente solo, y estuvo bien, porque así pude ocultar el hecho de que me había olvidado dos o tres mangueras en la nave. Resolví el montaje como pude, sudando la gota gorda con el sol haciéndome la vida imposible. Y cuando llegó la noche, muerto de miedo, me enfrenté con aquella mesa que, en teoría, no debería ofrecer ningún secreto. Ya no era un carga/descarga; ahora era un técnico de iluminación… Que cargaba y descargaba con mucho gusto.

Aprender el oficio.

La mesa seguía teniendo secretos, pero en aquel momento, y con un poco más de dinero en el bolsillo, el problema era otro. ¿Por que los demás hacen shows tan espectaculares, si a mí ya me cuesta hasta hacer el patch? Esa curva de aprendizaje fue más compleja. Tuve que montar mucho truss, ver a mucha gente trabajar, entender cómo cada efecto repercutía de manera diferente en función de las circunstancias, el artista, las luminarias.

Nunca ha sido tan fácil aprender el oficio como hoy en día, y será difícil para muchos profesionales encontrar un momento más propicio que el que están viviendo ahora para aprender un poco más sobre iluminación. La marea de diseñadores, operadores y freelancers ofreciendo su conocimiento mediante sesiones online es verdaderamente abrumadora. En grupos de facebook como Everything Stage Lighting es posible leer a usuarios recopilando este tipo de iniciativas. Avixa ha abierto las puertas de sus contenidos hasta junio, y muchas revistas especializadas como LiveDesign están publicando extensos reportajes en los que se explica cómo se han realizado determinadas giras. Es exactamente así como se aprende el oficio.

Un día, operando un show de iluminación para un artista internacional de paso por mi ciudad, me di cuenta de que yo ya estaba “allí”. Tenía mis propias rutinas de operador adquiridas, seguía mis propias convicciones a la hora de programar luminarias, y entendía perfectamente lo que cada aparato me podía dar. Pero lo más importante de todo, es que los viejos luceros ya me trataban como a uno de ellos. Había llegado a dónde me parecía imposible llegar, y ni siquiera me había dado cuenta.

Las fórmulas secretas no existen.

Los consejos ayudan, pero nada funciona tan bien como la práctica. Es posible que no quieras ir más allá, y estés a gusto siendo un Stagehand, un especialista de montaje, o un almacenero a tiempo completo. Yo he tenido la suerte de pasar por la mayoría de esos roles, y lo cierto es que todos me parecieron interesantes y enriquecedores. Lo bueno de estos tiempos en los que vivimos es que existe gente con ganas de compartir sus conocimientos en cualquiera de esas áreas.

Cuando vuelvas a los bolos, porque volverás, estarás desentrenado. Te costará el doble montar la ground support, y ya no tendrás tan claro como funciona el tracking de la mesa. Pero tú sabes mejor que nadie que eso se adquiere con la experiencia, y después de unos cuantos eventos, lo tendrás controlado. Al fin y al cabo, uno no se olvida de cómo montar en bicicleta, ni de cómo hacer un show.

Adquirir conocimientos teóricos, o comprender conceptos creativos, ya no es tan sencillo. Necesitas tiempo, dedicación, estar enfocado. No te olvides de cómo era tu vida el verano pasado. Sí, de bolo en bolo; a veces durmiendo en sleeper, otras debajo del escenario. El poco tiempo libre que te quedaba, se lo dedicabas a tus niños, a ver una peli con tu mujer, o a pasear al perro. Pero, circunstancias de la vida, una inolvidable tragedia te está dando la oportunidad de aprender algo nuevo, y si lo aprendes, sin agobiarte, podrás ser mejor cuando vuelvas.

La historia de nunca acabar.

Hace unos seis años, creía tener las cosas bastante claras. Era respetado por mis compañeros de la industria; tenía mi propio estilo diseñando iluminación y no me faltaba trabajo. Pero poco a poco todo se fue volviendo aburrido, y fui perdiendo el interés. Bueno, ¿cuál era el problema? ¿Es que no había peleado para llegar hasta aquí? Pero de repente los astros se alinearon, y se me dio la posibilidad de hacer algo completamente diferente: ¿Que pasaría si decidiera saltar la valla, y ponerme del otro lado? ¿Cómo sería diseñar aparatos de iluminación, dar soporte a luminotécnicos, organizar una línea de producción?

En mi primer día trabajando para SGM, estaba muerto de miedo. Dudaba que fuera a aguantar en el puesto, y poco a poco me fui llenando de inseguridades. Entonces me di cuenta: ¡esta es la historia de nunca acabar! En esta industria uno nunca deja de aprender. Siempre hay áreas de mejora, tareas más divertidas, nuevas misiones que emprender. Pocos oficios en este mundo te dan la posibilidad de hacer cosas tan diferentes, tan creativas, y tan versátiles. Y es precisamente por eso que nos enamoramos de este mundillo, aunque se cobre más en otros lados (¡y con fines de semana libres!).

Volverás, no debes olvidarte de eso. Ni tampoco deberías rendirte, porque ya las has pasado canutas en esta industria a la que tanto quieres. Tú eres un fabricante de sueños, después de todo. Eres el que permite que gente con trabajos realmente difíciles pueda, al menos, disfrutar de su ocio.

Esos aplausos…

Cada noche vecinos y vecinas de toda España salen a los balcones para agradecer al personal sanitario que sigan salvando vidas, ayudando a erradicar esta pandemia global. Ellos están ahora en primera línea, y todos se lo agradecemos. A muchos os está tocando quedarse en casa, sin ingresos de ningún tipo, y quizá con salarios, hipotecas o créditos que pagar. Es difícil no sentir la frustración, incluso cuando aplaudimos a los que están arriesgando su propia salud por los demás.

Pero piensa, por un minuto simplemente piensa, que esos médicos irán al festival en el que trabajarás cuando todo esto se acabe, para olvidarse de todos los malos momentos. Se lo pasarán de vicio con el espectáculo que tú has ayudado a construir. Y después de cada canción, aplaudirán en señal de reconocimiento: Te estarán aplaudiendo a ti, que has vuelto.

Porque tú volverás. Todos volveremos.

Ben Díaz trabaja desde hace seis años para el fabricante de iluminación SGM, actualmente como Global Product Manager. A lo largo de su carrera ha sido diseñador de iluminación, director de fotografía y luminotécnico profesional, con experiencia en más de 20 países y especial énfasis en la docencia. Desde 2017 vive en Dinamarca con su mujer y sus dos hijos.