A un lado, la sala de grabación de alrededor de 25m2, con luz natural y acústica muy neutra. Al otro un control de 28m2 también con luz natural, en la que destacan los monitores de alta resolución Reflexion Arts. Los RA239 y como ya es habitual están empotrados en la pared frontal, que no es más que una construcción maciza, en este caso, acabada en roble ahumado, dispuesto en forma de difusor y preparado y suministrado por la empresa Alemana Holzrausch. Siendo una de las superficies vivas en toda la sala (la otra es el suelo, también terminado en el mismo tipo de madera) proporciona unas primeras reflexiones que ayudan a mantener una sensación de mayor comodidad acústica a los usuarios del estudio, pero sin comprometer el control acústico que “ven” los monitores.
Las paredes trasera y laterales son absorbentes, siendo la pared trasera una enorme y muy profunda trampa de banda ancha, hasta muy baja frecuencia. La iluminación se hace a través de apliques especialmente diseñados y suministrados por la empresa Alemana .PSLAB Stuttgart, que garantizan una luz difusa en toda la sala al mismo tiempo que evitan el deslumbramiento de los usuarios. Todos los demás sistemas instalados en el espacio del estudio, desde la UPS a los patchs de red, pasando por el sistema de ventilación – por cierto bastante complejo, por cuestiones estéticas del tejado del edificio – es de la responsabilidad del equipo de Reflexion Arts.