Vale la pena comprarse una Thermomix o es puro marketing? Menuda comparación, ¿no?. Probablemente en este momento la cara de quien esté leyendo este artículo sea la fiel representación de la desaprobación por tamaña comparación. Pero, dejando de lado sensibilidades, sirve para centrar al lector en el kit de la cuestión, ya que más allá de lo oportuno o desafortunado que pueda ser usar este ejemplo, parte de lo que sucede tanto con el famoso robot de cocina como con el sintetizador modular, coincide. Dependerá del uso que hagas del aparato. Si te fascina la gastronomía y te tiras el día en la cocinando, sin dudas este robot será un insustituible compañero en tu pasión por el arte culinario. Ahora bien, no cocinará sin que tu te encargues de trabajar a su lado. Por si alguien entiende que esta asociación carece de la debida relación lógica, ahora vienen las merinas. Si eres una persona a la que la simple idea de pensar en la relación pitagórica de los armónicos naturales lo conquista, si has leído todo acerca de la síntesis sustractiva y aditiva, si sabes a la perfección lo que es un filtro de escalera, entiendes de enrutamientos de señal y te has visto todos los VHS de Keith Emerson –no hace falta que sea todo esto junto- entonces un modular es un sueño hecho realidad.

Keith Emerson y su Moog Modular

Hecha esta introducción que nos sitúa en el tema, procedemos a entrar un poco más en materia. Por si fuera necesario, hay que aclarar que un sintetizador digital, un sintetizador analógico, un sintetizador modular, son diferentes en muchos aspectos y que, en esta ocasión, la cuestión que se plantea se refiere a los sintetizadores modulares o, en su caso, semi-modulares, donde el usuario tiene que conectar las diferentes rutas de señales y de control en un esquema que se antoja complejo. Así mismo, existen muchas formas de síntesis. Los sintetizadores usan diferentes métodos para generar una señal. Algunos de los procedimientos más comunes son: síntesis aditiva, síntesis substractiva, de modulación de frecuencia, de modelado físico, de distorsión de fase, síntesis granular y síntesis basada en muestreo.

En este punto, es importante señalar que este artículo no pretende ahondar en cuestiones puramente técnicas sino, más bien, responder a la pregunta que se plantea. Para quien esté interesado en saber más sobre síntesis, el siguiente es un enlace a un artículo muy interesante y clarificador sobre este tema. Sintetizadores

Por otra parte, hay que decir que no todo está tan delimitado y muchos conceptos y funcionalidades se mezclan. Puedes hacer síntesis y diseñar un signal flow en un software como si de un modular se tratara. Eso sí, por un precio muy inferior, un sonido con un carácter bastante diferente y una operatividad distinta.

Mas allá de la pasión que hemos mencionado antes también será importante tener una serie de conocimientos para poder sacar partido a un sintetizador modular ya que, de lo contrario, obtendrás una serie de sonidos “caóticos” que poco ayudarán a tu proceso creativo.

Por otro lado, esa complejidad que se puede atribuir a los sintetizadores modulares repercutirá en que puedas conseguir un sonido único, exclusivo y tuyo y esto,

Sintetizador semi-modular Moog Mother 32

probablemente, sea el principal aliciente –más allá del estético que tampoco se niega- de este tipo de sintetizadores. Si por el contrario, tanto horizonte abierto te abruma pero te gusta el color del sonido de este tipo de instrumentos, entonces puedes hacerte con un sinte analógico como el Moog Sub 37 que tiene ese atractivo sonido analógico pero te quita de problemas con el patcheo de señal y te ofrece memorias de presets. O un Dreadbox Nyx, un sinte 100% analógico hecho exclusivamente con componentes THT o incluso, por irnos a otro extremo, ver qué pasa con el polémico DeepMind de Behringer.

Hay muchísimos modelos en el mercado, monofónicos, parafónicos, polifónicos, software, con teclado, sin teclado, compactos, XL, legendarios o recién nacidos, y la gran mayoría invita a pasarse un buen rato jugando con sus posibilidades casi infinitas.
Existen muchas formas de síntesis. Los sintetizadores usan diferentes métodos para generar una señal. Algunos de los procedimientos más comunes son: síntesis aditiva, síntesis substractiva, de modulación de frecuencia, de modelado físico, de modulación de fase, síntesis granular y síntesis basada en muestreo

 

Diagrama de bloques básico de un sintetizador

Volviendo al tema de los sintetizadores modulares, de estos si que se podría decir que son infinitos en sus combinaciones y posibilidades, ya que son sistemas, como mencionábamos más arriba, en los que las rutas de señal y de control las define el usuario que es quien, mediante cables de conexión, debe enviar la señal de un módulo a otro –pasando por osciladores, filtros, controles de envolvente, etc.- para crear el flujo de señal que reproduzca el sonido deseado.

Dicho de otra manera, al contrario de lo que sucede con un sintetizador “convencional”, los sistemas modulares ofrecen al usuario una completa libertad para realizar las interconexiones entre los distintos módulos, consiguiéndose de esta forma una muy amplia variedad de timbres, aunque esto implica sacrificar la simplicidad de cara al usuario.

Por este motivo es muy recomendable, como hemos comentado antes, saber qué pasos debes dar para obtener un determinado sonido, en definitiva, tener conocimientos de síntesis, de lo contrario podría ser como buscar una aguja en un pajar.

Bob Moog lo tenía claro. En la sala de un hotel en Madrid, mientras hablaba de su legendario minimoog, para amenizar una de sus bromas –ahora no recuerdo cuál era- necesitaba el sonido de un trueno, así que manipuló un LFO, tocó algo del sharping, escogió la forma de onda, retocó algo de resonancia y spacing del filtro y en menos de un minuto un estruendo de proporciones bíblicas llenó la sala. Sabía lo que buscaba y qué debía ajustar para conseguirlo.

En un sintetizador “no modular” la señal recorre un camino predeterminado, que generalmente sigue este camino: Osciladores, Mezclador, Filtro y Amplificador. En algunos casos se pueden encontrar algunos puntos de modulación en los que escoger fuentes y destinos.

Por el contrario, en los sintetizadores modulares no hay nada predeterminado, no hay ruta de señal. El sintetizador modular consiste en un sistema integrado por diferentes unidades o módulos, en el que cada uno de ellos lleva a cabo una función concreta en la generación, modificación y estructura del sonido final. Los módulos son independientes, y deben ser conectados mediante cables para poder interactuar con otros módulos. Estos disponen de entradas y salidas para señales de audio y de control según sea su función.

Esa complejidad que se puede atribuir a los sintetizadores modulares repercutirá en que puedas conseguir un sonido único. 

Por las propias características de los sintetizadores modulares, los sonidos procesados por estos sistemas son únicos, consecuencia de la propia complejidad y extensa variedad de combinaciones que ofrece el instrumento. Esto permite al músico generar y manipular nuevos tipos de sonidos que, por otra parte, serían casi imposibles de reproducir mediante otros tipos de sintetizadores de estructura cerrada, por no hablar ya de instrumentos de música tradicionales.

Los módulos que conforman estos sintetizadores son elementos hechos de circuitería de estado sólido impresas en tarjetas, con componentes de alta calidad que, no solo se comportan de manera muy estable sino que además ofrecen un fácil mantenimiento gracias a que cada uno de los módulos se puede extraer de forma independiente y sencilla para su revisión o reparación.

En cuanto a su funcionamiento, estos sintetizadores utilizan variaciones de voltaje eléctrico para determinar las características de la señal de audio. Este tipo de instrumento controlado por voltaje dispone de una o más entradas de control mediante las cuales se gestiona el comportamiento del instrumento mediante una señal eléctrica externa de CV (control de voltaje). Los osciladores y generadores de envolventes, entre otros dispositivos, son los principales encargados de producir estas señales eléctricas de CV.

Entonces, los sintetizadores modulares ¿ofrecen algo diferente?

Para responder esta pregunta, añadimos un extracto de la entrevista realizada por Drunkat a Nacho Marco, reconocido DJ y productor, profesor de producción musical en Berklee (Valencia) y un gran experto en sintes modulares.

Nacho Marco durante una de sus clases en Berklee Boston (foto: Ben Houge)

“Creo que estamos viviendo el mejor momento en la historia de la síntesis, tenemos todas las opciones que queremos tanto en el campo analógico como en el digital. Las compañías ya no luchan entre sí, como pasaba hace años, sino que parece que ahora todas van en la misma dirección y que están dispuestas a escuchar y a satisfacer la gran demanda de sintetizadores que se ha generado en los últimos tiempos.

Hace un par de años creé la clase Applied Analog Synthesis -dentro del master Music Production, Technology & Innovation para la universidad Berklee College Of Music– como respuesta a la demanda que había de una gran parte de mis estudiantes. La clase se repite una vez por semestre -hacemos 3 al año- y está siendo todo un éxito. En ella me propuse dar un enfoque lo más musical posible de la síntesis y, de esta manera, abrirles un nuevo campo a mis estudiantes, mostrando todas las posibilidades que ofrece la síntesis, tanto en el campo musical como en el de diseño de sonido. Estudiamos todos los tipos de síntesis, practicamos con modulares, secuenciadores, cajas de ritmos y vemos su interacción con los DAWs actuales.

Tras unos años en los que parecía que todos los músicos y productores utilizaban las mismas herramientas digitales y empezaban a sonar todos de la misma forma, por fin hemos vuelto a buscar algo que antes quizás no se apreciaba tanto y es el hecho de sonar de una forma distinta, encontrar nuestra personalidad a través el sonido. Gracias a la aparición del formato Eurorack y al auge que ha experimentado la síntesis modular en los últimos años, parece que esto es más fácil de alcanzar, ya que aunque dos músicos o productores utilicen los mismos módulos, conectados de la misma forma, el simple hecho de cambiar tanto los niveles de control como los de audio en los módulos les van a dar un resultado completamente distinto a ambos y es muy difícil que lleguen a sonar exactamente de la misma forma.

En parte es lo que la gente ha pedido, el poder volver a trabajar “out of the box” y, por suerte, los fabricantes están ahora más receptivos que nunca.

El formato Eurorack ha abierto una nueva forma de trabajar ofreciendo la posibilidad de combinar los módulos a nuestro gusto al 100%, lo que significa que me puedo fabricar un sintetizador combinando el oscilador, filtro, envolvente, secuenciador, LFO o mezclador que yo quiera sin tener en cuenta qué compañía lo fabrica, y esto abre todo un campo de trabajo muy novedoso en el que encontrar la personalidad de tu sonido ya no es algo complicado.

A nivel compositivo pienso que el simple hecho de estar modulando una señal eléctrica inspira mucho más que estar de cara a un ordenador y el hecho de no tener “presets” te hace estar más activo y despierto en el proceso. Volvemos a necesitar tener una grabadora cerca para poder captar lo que vamos modulando. En parte es lo que la gente ha pedido, el poder volver a trabajar “out of the box” y, por suerte, los fabricantes están ahora más receptivos que nunca.

El mundo modular es apasionante, alentador, inspirador, a veces un poco anárquico y altamente adictivo. En respuesta a si modular sí o modular no, creo que mi opinión está bastante clara y es que SÍ.”

Definitivamente, en la opinión de quien escribe, los sintetizadores modulares ofrecen mucho, solo hay que saber aprovecharlos. Si bien es verdad que hubo un hecho significativo, que probablemente los puso otra vez de moda, que fue la reedición de la legendaria serie de modulares de Moog (System 55, System 35 y Model 15) allá a principios del 2015, eso no cambia todo lo que se ha comentado hasta aquí. Es una realidad que, más allá de que no son instrumentos económicos y de que, lógicamente, hay intereses comerciales detrás de ellos -legítimos por otra parte-, las posibilidades sonoras y creativas que ofrecen estos sistemas son verdaderamente maravillosas. No por nada estos instrumentos tuvieron una influencia determinante en la música del siglo XX.

Fuente: drunkat – por Diego Ynsaurralde.