“33, el Musical”continuará sus representaciones hasta el 21 de abril en Espacio 33. Fluge Audiovisuales se ha encargado de todo el equipamiento de audio e iluminación, en el que destaca la utilización de cerca de 120 recintos de sistemas de sonido profesional Meyer Sound y una consola DiGiCo SD10T.
El diseñador de sonido de “33, el musical”, Javier G. Isequilla, nos da detalles sobre este exigente montaje, empezando por la peculiaridad del recinto, una carpa abovedada de 2.100 metros cuadrados y 19 metros de altura en cuyo interior se ha levantado un teatro a la italiana con capacidad para 1.200 espectadores y un impresionante escenario con una embocadura de 14 metros.
“Partiendo de ese espacio tan enorme –comenta Isequilla– empezamos a trabajar sobre plano y estaba claro que necesitábamos una empresa, en este caso Fluge Audiovisuales, que nos pudiese proporcionar un equipamiento en el que todos los sistemas sonido profesional Meyer Sound tuviesen el mismo timbre sonoro, porque debíamos utilizar muchos recintos de diferentes formatos y tamaños. Un musical, donde se trabaja con un número alto de sistemas inalámbricos en escenario, no es como un concierto, donde desde posiciones principales de P.A., se lanza el sonido para llegar a toda la audiencia. En este caso y añadiendo las dificultades de una carpa si quisiéramos lanzar audio desde las posiciones principales L-R, generaríamos muchísima energía dentro del escenario, sobre todo en bajas frecuencias, y no es cuestión de filtrar el equipo para evitar esas bajas frecuencias, quitaríamos rango de trabajo. En nuestro caso la mejor solución fue repartir la señal de audio en diferentes tramos, con diferentes puntos de delay, para cubrir perfectamente la grada en la que se sienta el público”.
P.A. principal con LEOPARD y MINA
Empezando por el escenario, los sistemas sonido profesional Meyer Sound, como el sistema de P.A. principal se compone de sendos arreglos volados con 12 recintos Meyer Sound LEOPARD, cada uno de ellos apoyados por cuatro subgraves 900-LFC. “Los arreglos se volaron por fuera de la preciosa escenografía diseñada por Roberto del Campo y David Pizarro –nos comenta Isequilla–. En este tipo de montajes siempre se suele requerir que los equipos de sonido no sean demasiado visibles, así que era importante no ‘manchar’ nada de esa escenografía. Los subgraves 900-LFC están volados detrás de los arreglos de LEOPARD y en configuración cardioide, para lanzar lo mínimo de graves posible hacia el escenario”.
Apoyando a esos arreglos laterales hay un clúster central encima del escenario compuesto por 12 recintos sistemas sonido profesional Meyer Sound MINA. “Por ese clúster principalmente sale la voz de los personajes. Se trata de focalizar la imagen sonora y dar la sensación de que las voces salen de dentro del escenario. Por otro lado, como la escenografía forma una embocadura que es una especie de aleta, la cual supone cierto obstáculo, se hubiera hecho necesario curvar demasiado ese arreglo con recintos MINA para poder cubrir todas las partes de grada, así que hicimos dos tramos: por una parte las MINA cubren buena parte de la grada y para la parte más cercana al escenario reforzamos ese clúster central con dos recintos UPA-2P. Además, esa parte superior de la escenografía se mueve en determinado momento del espectáculo, así que hubo que buscar la manera de encajar las UPA y que se quedaran en su sitio cuando se produce ese movimiento”.
Para las primeras filas también se ha colocado en el frente de escenario un sistemas sonido profesional Meyer Sound de frontfill compuesto por 8 recintos UPM-1P y el apoyo de dos subraves 900-LFC. “También teníamos –añade Javier– algunas zonas de sombra de audio en la grada. Son muy pocas, unas ocho butacas por lado, así que colocamos dos UPM-1P para dar relevo e inteligibilidad en esas zonas”.
La inteligibilidad en todas las butacas, premisa fundamental
A mitad de patio de butacas están los controles de sonido e iluminación y justo encima hay un truss con un sistemas sonido profesional Meyer Sound de delay para cubrir la parte más alta de la grada. “En ese truss es donde hacemos el relevo de cajas, para no tirar en exceso de presión desde el sistema principal. Para cubrir esa zona trasera utilizamos un clúster central con seis LEOPARD del que salen las voces principalmente y justo debajo una UPA-1P. En los extremos hay dos UPA-2P más cerradas con señal de la orquesta y un poco de voz. Con este delay se trata, digamos, de mezclar acústicamente en el aire las voces y la orquesta para esa zona de la grada más alejada del escenario. Por otro lado, para ampliar la cobertura de graves se colocaron dos 700-HP y dos 1100-LFC bajo la grada para los efectos puntuales y el programa musical”.
Finalmente, a 45 metros del escenario y a 15 metros de altura se sitúan dos sistemas sonido profesional Meyer Sound UPM-1P con mezcla de voz y orquesta que cubren las dos últimas filas de asientos. Isequilla destaca que “se ha cuidado mucho que el audio llegue a todas las butacas por igual. Era una exigencia de la productora y del creador, que la historia que cuenta el musical llegue nítidamente a todos los espectadores. La inteligibilidad es fundamental y fue uno de los principales factores a tener en cuenta en el diseño sonoro. Parece que lo hemos conseguido, porque la gente que compra las entradas más baratas, que son precisamente esas últimas filas de la grada, se sorprende de lo bien que se escucha. Cuando salen del espectáculo y pasan por el control de sonido suelen felicitar a los operadores por lo bien que han escuchado todo el espectáculo desde esos asientos”.
Sistema de sonido ambiental
Además del sistema principal y los delays con las diferentes mezclas de música en directo de la orquesta y las voces, también hay instalados una serie de sistemas para crear ambientes sonoros. “En todo el perímetro se han distribuido unos recintos simulando una especie de sistema 5.1, digo simulando porque no es un surround al uso. Yo soy de los que opina en el cine se utilizan cosas con las que ya llevamos tiempo experimentando en el teatro musical. Nunca habíamos tenido herramientas, pero ahora con el software Spacemap de Meyer Sound sí tenemos una mayor facilidad”.
“De todas maneras, en esta grada de 45 metros un sistemas sonido profesional Meyer Sound 5.1 convencional nos proporcionaría una misma señal constante en un lateral u otro, y no era ese nuestro objetivo. Lo que creamos fueron tres zonas diferentes, de manera que el oyente note la posición de determinados sonidos de manera un poco más exacta, es decir, que por ejemplo escuche un efecto de sonido en un lateral, pero por adelante o detrás de él. Esto lo hemos conseguido repartiendo tres señales independientes. En total para este sistema ‘surround’ hemos repartido 20 recintos UPM-1P en los laterales y dos que hacen de cajas traseras, así mismo, en el truss del delay central hay una UPA-1P apuntando hacia el escenario para reforzar ese sonido que viene desde atrás hacia las localidades delanteras. Se trataba de crear ambientes sonoros que acompañan a determinadas escenas de la función y que envuelven a los espectadores, como puede ser un perro ladrando desde determinado lugar o unos coros que se pueden disfrutar como si estuviésemos en una catedral. El resultado es muy curioso”.
Monitoraje con recintos UPJ, UPA y UPM
En el interior de un escenario tan amplio, con una escenografía con diferentes niveles y que en algunos momentos tiene movimiento, también fue un reto resolver el monitoraje para el elenco de 28 actores en escena. “El acting se desarrolla en su mayor parte a dos alturas, una principal, donde transcurre casi el 80% de la obra, y una altura trasera unida a la principal por unas escaleras que aparecen y desaparecen en diferentes escenas”.
“La altura principal está cubierta, en primer lugar, por dos recintos sistemas sonido profesional Meyer Sound UPA-2P, uno a cada lado, en una primera calle de sonido, la más cercana al público. Aún así, en medio del frente del escenario hubo que colocar una UPM-1P para que cuando los personajes están en ese primer plano tengan una mejor referencia de la música, porque desde esa posición hasta donde están situadas las UPA laterales habrá unos 8 o 10 metros. En segundo lugar, unos tres metros hacia atrás de la primera calle, hay dos UPJ colgadas en la escenografía. A partir de ahí ya nos encontramos con las escaleras y a otros 3 o 4 metros aparecen otras UPJ colgadas en un segundo nivel, que está a unos 2,5 metros del suelo. Por otro lado, en los laterales de la escenografía hay dos alturas más, se trata de cuatro balcones que están cubiertos por cuatro UPM-1P, una por cada balcón, y que se emplean puntualmente en algunos de los temas del musical. El resto de la función están apagadas para no contaminar mucho el espacio escénico”.
Preguntado sobre si alguna vez se había enfrentado a un diseño sonoro con sistemas sonido profesional Meyer Sound para un musical en un espacio como este Javier G. Isequilla nos comenta que “he estado en proyectos de grandes musicales, pero no en estas condiciones. Cuando me dijeron que el musical se montaba en una carpa de esas dimensiones, con una grada en su interior, sentí bastante temor, porque un espacio así significa rebotes, coberturas no muy buenas e infinidad de problemas. Así que les dije que había que aislar la carpa todo lo que pudiésemos del exterior. No podíamos lograrlo del todo porque es muy difícil y costoso, pero sí al menos que tuviésemos un control de reflexiones. Eso afortunadamente se ha conseguido. Es un recinto bastante seco. Lo más curioso que nos ocurrió es que en el primer ajuste, para la primera función, yo había conseguido una respuesta homogénea, pero cuando entró el público los graves desaparecieron. Claro, las pruebas las habíamos hecho sin público y cuando finalmente este entró en la primera función, y colocado en esa posición de grada, el grave se atenuó. La verdad es que las características de la obra y el programa musical no requieren graves muy contundentes, simplemente acompañan al resto de frecuencias; pero tuve que ir corrigiendo la respuesta en graves para que quedase homogénea con la carpa llena de público”.
“De todas maneras, aquellos temores iniciales por hacer el montaje en una carpa se disiparon pronto porque he tenido un grandísimo apoyo de la producción y la dirección técnica de David Zazabal, que daban mucha importancia al sonido. He estado involucrado en todas las reuniones de escenografía, de rigging, etc; porque a cada paso que se daba había que decidir como se integraban los sistemas de audio. Al final ha sido como completar un puzzle que ha requerido muchas reuniones previas con todos los implicados en el montaje”.
Javier también reconoce que para el diseño sonoro de montajes de este tipo, sobre todo en espacios tan poco habituales, se hacen imprescindibles herramientas de software como MAPP. “Ha sido fundamental para hacer todo este proyecto. De hecho, tengo un montón de archivos MAPP ya olvidados con la grada en diferentes formatos, hasta llegar a la mejor solución desde mi punto de vista. Creo que es la solución más homogénea y sensata jugando con el presupuesto. En este espectáculo tenemos funcionando unos 120 recintos acústicos de sistemas sonido profesional Meyer Sound y, con ese número de cajas, si fuerzas demasiado acabas por perder el control de la cobertura. Cada decisión final de adónde va a llegar cada caja te la aporta MAPP, sin él sería como ir a ciegas”.
DiGiCo SD10T en el control
En el puesto de control de sonido del musical se utiliza una consola SD10T, con la cual se mezclan los audios procedentes de 34 sistemas inalámbricos. En total en cada función participan 28 actores que utilizan micrófonos de diadema DPA-4066 y DPA-6060, con doble cápsula para los personajes principales, y con sistemas de transmisión Sennheiser series 6000, 3732 y 3532 y petacas SK 6000, SK 5212 y SK 50. A este respecto Isequilla nos comenta que “elegimos micrófonos de diadema precisamente al saber que se trataba de una carpa, para evitar los posibles rebotes. Es preferible que el micro esté cerca de la boca para controlar mejor la toma de ganancia individual. Los personajes que están en escena más tiempo, como Jesús, llevan doble cápsula y doble petaca simplemente por seguridad, para cubrirnos si hay algún fallo”.
Por otro lado, 48 canales proceden de los seis músicos (batería, bajo, teclado-piano, saxo-flauta, violín y chelo) y algunos samplers disparados desde ordenador. A esto se añaden 8 canales procedentes de un ordenador con software QLab encargado de las señales que recrean los ambientes sonoros y efectos disparados en algunas de las escenas destinados al sistema “surround” antes descrito.
El número de snapshots creados en la consola DiGiCo SD10T es de 110. En cada función de este musical la misión de los operadores del control no sólo consiste en realizar la mezcla de voces y orquesta, sino llevar a cabo los cambios de escena en el momento pertinente. El paso de estas escenas también gestiona el disparo de vídeos que se proyectan sobre la escenografía.
Así mismo, otra de las peculiaridades de este musical en cuanto a las mezclas nos la explica Isequilla: “es un elenco de 28 actores en el que todos hacen de todo. En otros musicales están muy delimitados los personajes principales y los secundarios, en este caso un personaje puede ser principal en una escena y a la siguiente está como coro, con lo cual hay que jugar con eso en la programación de la consola. Por otro lado, los actores van rotando, no son los mismos para todos los personajes y en todas las funciones, pero lo bueno de las versiones teatro de las consolas DiGiCo es que te permiten hacer cambios de manera muy sencilla cuando cambia un actor, de manera que el operador no se vuelve loco con las ecualizaciones de uno y de otro. Con un simple gesto haces los cambios de una manera muy sencilla y rápida. Lógicamente es algo que exige una programación previa, pero ese tiempo de programar te ahorra muchísimo tiempo después y ganas mucha tranquilidad en el día a día del espectáculo”.
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