Aunque éste parece un tema muy trotado, y discutido, que si un monitor de escenario pasivo, o un monitor de escenario activo, para un buen concierto, he necesitado bastantes años de experiencia laboral, sobre todo realizando conciertos, para tener claramente definida la decisión sobre cual de las 2 versiones de una cuña de escenario, puede ser la más adecuada.
¿Monitor de escenario pasivo o monitor de escenario activo para un concierto?
Es sobradamente conocido, que los sistemas autoamplificados llevan menos tiempo en el mercado que cualquier recinto pasivo, aunque la tecnología de las que disponen las empresas fabricantes de estos modelos autoamplificados, atesoran actualmente, de suficiente solvencia para el desarrollo de holgadas electrónicas que hacen sonar los modelos que fabrican con gran SPL y excelente calidad.
De hecho, un importante motivo por el que han tenido gran aceptación en el mercado, es porque el disponer de ellos evita la engorrosa obligación de cargar con racks adicionales de amplificación. Y en muchos casos el coste de 2 cuñas activas, sale más económico de adquirir que 2 pasivas y una etapa de potencia.
He llegado a trabajar muchas veces con escuchas autoamplificadas en algunos festivales donde he ejercido de técnico de monitores, llegando a encontrarme con unas 12 unidades en la suma del total de monitores, tanto monitor de escenario pasivo, como de monitor de escenario activo. En todas las ocasiones, en general, he contado con modelos importantes de marcas como Das Audio, Meyer Sound, FBT,…… en el caso del monitor de escenario activo, o Martin Audio, d&b audiotechnik, y otras más para el caso del monitor de escenario pasivo. El resultado final, y mi satisfacción con todas estas marcas ha sido muy buena. Igualmente comentar que actualmente tengo unas cuantas unidades pasivas y activas de una importante marca española, que lleva muchos años fabricando recintos, y finalmente ha apostado bastante por sistemas activos, y en ambos casos estoy prácticamente satisfecho, pero en uno de ellos al 100%, y en el otro al 75%, y explicaré porqué.
IMPORTANTE, antes de exponer mi conclusión comentar que pido disculpas si algún fabricante se siente ofendido por lo que voy a comentar a continuación. Intento ser lo mas sincero posible, y no todo el mundo pensará como yo, ello es lógico, hay gustos para todos.
Bueno vayamos de una vez al asunto:
¿Monitor de escenario pasivo vs monitor de escenario activo?
- Lo primero que he observado, al abrir una misma versión de un monitor activo y pasivo, es que el primero suena un poco más coloreado en frecuencias que van desde los 4.500 Hz hacia arriba, en la mayoría de los casos, siempre que he dispuesto de amplificación para los pasivos de media a alta solvencia: QSC, Labgruppen, MC2 audio, Crown, Powersoft,..(siempre que la potencia de éstas haya sido al menos un 30% superior a la del monitor a amplificar) la respuesta ha sido, un poco más natural.
- También he apreciado algo más de claridad tímbrica en los monitores pasivos con dicha amplificación. Prácticamente NUNCA he llegado a escuchar alguna cuña pasiva saturada.
- Otro inconveniente que es menor, porque los sistemas autoamplificados suelen ser bastante fiables hoy en día, es que hay algo más de avería electrónica en estos sistemas de monitores de escenario, que en los amplificadores mencionados anteriormente.
- Hay un problema, que a pesar del tiempo trabajando con sistemas autoamplificados, debo confesar que he descubierto hace unos 3 años: Comprobé que en algunas cuñas de escenario, sobre todo si son coaxiales, llegaba a descentrarse el cono de graves, motivo por el que se quedaba un poco agarrotado, dejando de funcionar con cierta claridad. Ello me sorprendió bastante, porque no suelo tratar mal la señal, o trabajar con altos niveles de voltaje en los conciertos. Tras comentar el problema a una empresa valenciana, especialista en reparar conos, me aclararon que esto ocurría algo más en sistemas autoamplificados, debido a que durante el concierto dentro del monitor había una temperatura alta debida al calor de la bobina del altavoz de graves, y que a esta se suma también el calor de la electrónica que amplifica a la misma. Esta elevada temperatura afecta en cierto modo al pegamento que lleva el imán, y si no se deja reposar un poco al finalizar el concierto, al guardarse en los flitcases, hay que hacerlo con delicadeza, y evitar que reciban un pequeño golpe, ya que ello puede provocar un pequeño desplazamiento del mismo, suficiente para dejar inservible el recinto acústico, hasta su reparación.
De todas formas, quiero insistir, que cualquiera de las marcas de recintos autoamplificados mencionadas anteriormente son muy solventes, y si me las encuentro en cualquier concierto, estoy encantando de trabajar con cualquiera de ellas sin pega alguna.
Pido de nuevo mil disculpas a los fabricantes de recintos autoamplificados.
También debo de reconocer que la labor del técnico tiene mucho que decir en el resultado final y el comportamiento de los mencionados monitores de escenario.
Gracias por prestar algo de atención a este cortito artículo. Seguramente estaréis en agosto a FULL de trabajo los técnicos y las empresas de sonido. Suerte en los conciertos y otros eventos. Hasta el próximo artículo.
B. Gómez-Filamusic
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