Después de haber dirigido la producción de los álbumes Playing The Angel (2005) y Sounds of the Universe (2009) de la banda, el productor y usuario de Matrix Ben Hillier ha vuelto a ejercer de productor en Delta Machine, el trabajo más reciente de Depeche Mode. Matrix ha demostrado ser un elemento insustituible para el poco usual proceso creativo que sigue la banda, ejerciendo de pieza central para coordinar la enrome colección de hardware analógico y el flujo de trabajo basado múltiples DAWs.
Cualquiera que realice una escucha cronológica de los álbumes de Depeche Mode podrá constatar que se trata de una historia grabada de los sintetizadores, secuenciadores y samplers. Sónicamente, Sounds Of The Universe significó un vuelco en la larga carrera de la banda, con un retorno a sus raíces tecnológicas en busca de su inspiración musical, una tendencia que ha continuado durante la producción de Delta Machine y, en consecuencia, ha sido determinante para establecer su flujo de trabajo.
“Al finalizar Sounds of the Universe animamos a Martin a que abandonará su método de trabajo habitual, que se basaba en utilizar únicamente sintetizadores software,” explica Hillier. “Realmente, hemos disfrutado mucho utilizando sintetizadores analógicos vintage en este disco. Martin no tenía una gran colección con la que empezar, pero ha contado con piezas realmente excelentes. Yo tengo algunos equipos clave en los que confío mucho cuando trabajo, y Martin disfrutó mucho utilizándolos, y durante la grabación del disco compró muchos más. De hecho, creo que provocamos que en Ebay subiera la cotización de los sintetizadores vintage. Cada día añadíamos un nuevo sintetizador clásico a su estudio. Como resultado, llegamos a la conclusión de que era necesario reestructurar el estudio, por lo que nos decidimos a incorporar la consola Matrix de SSL”.
Con anterioridad al inicio del trabajo en delta Machine, Gore consiguió ensamblar un monstruoso sintetizador modular compuesto de más de 700 módulos. Según afirma Hillier, “Cuando empezamos a trabajar en este disco, una de las primeras cosas que me dijo Daniel Miller (A&R) fue ‘Las demos que ha hecho Martin son fantásticas’. Y estaba en lo cierto. Tenía un gran sonido porque habíamos utilizado todos estos viejos sintetizadores y los habíamos mezclado con la Matrix”.
Cuando llegó el momento de transformar esas prometedoras demos en un auténtico álbum de Depeche Mode, incluyendo tres temas coescritos con Gahan y el apoyo en el terreno de la programación de Kurt Uenela, Hillier ya había trazado un plan de trabajo para las cuatro primeras semanas de grabación en el estudio Sound Design de Santa Barabara. “Ese estudio tiene una gran sala viva, por lo que construimos nuestro propio estudio allí, ya que colocar a la banda en un sala viva y mi en la sala de control no es relevante para el modo como trabaja Depeche Mode. Teníamos un Pro Tools sin apenas plug ins como eje principal de nuestro estudio; por decirlo de otro modo, lo utilizamos como un multipista, con un bus de suma como mezcla de salida, además de varias áreas basadas en ordenadores portátiles. No queríamos tener a todo el mundo sentado en círculo y mirando por encima del hombro de los demás a un único monitor, mientras alguien manipulaba líneas de bajo, por lo que era una forma más sociable, menos de mirarse el ombligo, de hacer música programada”.
El centro de este equipo móvil fue otra consola Matrix de SSL. “Trabajamos de forma similar la última vez, con Sound of the Universe, pero entonces eché de monos la mesa de mezclas”, aclara Hillier. “Nos pareció que había sido un poco limitante, porque era un poco difícil reprocesar cosas y cambiar cosas sobre la marcha, y por ese motivos incluimos la Matrix. Martin ha disfrutado mucho utilizándola. Dave también tiene una en su estudio; habían hecho las demos utilizando una Matrix, así que pensamos que también podíamos utilizar una aquí”. En lo que se refiere a Hillier ese flujo de trabajo basado en Matrix funcionó de maravilla, mejorando considerablemente el trabajo de grabación “porque estábamos compilándolo todo en el Pro Tools principal y moviéndolo a través de la Matrix, y solo teníamos que hacer un recall para recuperar un fragmento concreto de música. Esto facilita el poder cambiar entre diferentes proyectos. Puedes estar trabajando en una canción y de repente decir ‘vamos a cambiar a esa otra canción, porque este sonido es fantástico y también le iría bien’. Y en el tiempo que tarda en cargarse la sesión, ya puede escuchar la mezcla en el monitor, lo cual es realmente útil.”
“El control DAW es muy bueno, y no hace necesario estar mirando permanentemente al monitor. Poder balancear los diferentes elementos en la consola es fantástico, ya que te evita tener que estar mirando la pantalla. Y todo el tiempo que evites estar mirando a la pantalla, es tiempo que empleas en escuchar con mayor detenimiento, y eso es muy bueno.”
“Hicimos todas las sumas en la Matrix – al menos todas las mezclas iniciales durante el proceso de creación. Pienso que la consola Matrix suena realmente bien. Los buses de mezcla suenan fantásticos. Existe un potenciómetro de ganancia en la parte superior que resulta especialmente útil. Especialmente cuando estás configurando una mezcla y necesitas disponer de un poco más de ‘pegamento’ para ensamblarlo todo adecuadamente”.
La clave para mezclar el exitoso sonido de Depeche Mode probablemente radica en equilibrar correctamente la ingente cantidad de sintetizadores (y alguna guitarra ocasional) junto a la peculiar voz de barítono de Dave Grahan y los todavía más melodiosos coros (y alguna voz solista) de Martin Gore. Según afirma Hillier aquí también Matrix probó su eficacia a la hora de manejar los elementos más emotivos de la banda: “Teníamos un gran rack externo repleto de compresores y EQs -algunos de mis favoritos, y algunas piezas seleccionadas del estudio de Martin- que estaban todos conectados al patchbay software. Casi todo pasó a través de algunos de ellos, y tuvimos cadenas preestablecidas de inserción para cosas tales como las voces de Dave y Martin.”
A continuación, Depeche Mode viajó a la costa este para continuar el trabajo en el hermoso ático de los estudios Jungle City en Nueva York, que dispone de una sala de control equipada con una consola Duality de SSL, y una inspiradora sala con vistas a Chelsea. “Se trata de un estudio nuevo y bien equipado. Hay una monitorización realmente buena en el estudio principal pero, una vez más, reconstruimos nuestro propio estudio en la sala viva, que es una de las condiciones que pusimos cuando estábamos buscando estudio, por lo que trabajamos simultáneamente en ambas salas, para grabar y mezclar”.
Después de otro mes de trabajo en Santa Barbara durante el verano y un retorno otoñal a los estudios Jungle City, el álbum fue declarado oficialmente completado; Matrix había demostrado ser el socio de producción perfecto para el poco convencional modo de trabajar de Depeche Mode. En pocos meses Delta Machine probablemente estará encabezando las listas de éxitos.
Ben Hillier Para deleite de Hillier, "Lo más interesante de este disco es que parece que realmente hemos logrado comunicar lo que la banda quería."