Una vez que ya tienes claro cómo vas a querer que suene tu proyecto te va a resultar mucho mas fácil tomar las decisiones correctas para conseguirlo. Pero antes de pasar a la acción deberemos hacer un análisis de todos los elementos con los que contamos a nuestro alcance para conseguir nuestro sonido, sin lamentarnos de los que no tenemos, porque no podemos estar refugiándonos en la escusa de no tener ese previo a válvulas que suena tan bien, o esos plugins tan maravillosos para conseguir un buen sonido.
Tienes un diseño sonoro y lo tienes que conseguir con los medios que tengas a tu alcance.
Empieza por analizar tus fuentes sonoras. Si tienes varios tipos de bombo, o varios amplificadores, o varias guitarras… analiza cada una de ellas y sobre todo fíjate cuales son las que mejor se adaptan al diseño sonoro que tienes en mente. Ni el mejor plugin del mundo es capaz de modificar tanto un sonido como lo hace cambiar de una fuente sonora a otra. En el caso de que trabajes con samples, muchas veces estarás peleándote para sacar un buen sonido con plugins, pero finalmente te darás cuenta que elegir un nuevo sample es mucho mas rápido y efectivo que intentar transformar el que ya tienes.
Después analiza la microfonía con la que cuentas, los previos que tienes, el número de canales simultáneos que puedes grabar, la acústica de tu sala, los procesadores con los que cuentas y la capacidad de tu DAW. Con éstos elementos serás capaz de amoldar a la perfección los recursos técnicos a tu diseño sonoro, y podrás generar un proceso de producción sonora ágil que te permitirá no perder de vista la sonoridad del proyecto. Lo interesante de éste análisis es que en ocasiones te obligará a modificar el diseño sonoro para adaptarlo a tus recursos, porque quizás te hayas dado cuenta que para conseguir lo que en principio habías diseñado no tienes recursos suficientes.
Por ejemplo supongamos que te has imaginado una batería muy definida en cada uno de sus elementos pero realmente solo cuentas con 4 canales de grabación. En éste caso lo ideal sería darle una vuelta a tu diseño sonoro e intentar llevártelo a otro lado sabiendo que tu batería solamente podrás grabarla con 4 micros.
En grabación tienes que conseguir el sonido que realmente buscas. La típica frase de lo arreglamos en postpro es cierta, pero la lectura correcta es que en postpro estarás arreglando una fuente sonora en lugar de mezclarla.Es increíble la cantidad de recursos que tenemos en una sesión de grabación para conseguir el sonido que buscamos y lo poco que los usamos.
Desde luego en éste post no quiero adentrarme en el aspecto técnico porque sería muy extenso y me llevaría uno o varios post para contarlo, que no lo descarto hacer para futuros posts, pero sí puedo adelantar que utilizando uno u otro micro, jugando con las posiciones y las distancias de los micros, modificando los patrones polares de los micros, utilizando unos u otros previos o cambiando de instrumentos o fuentes sonoras, estaremos ecualizando y modificando las dinámicas de los sonidos que grabamos. Y por eso es muy importante no perder de vista los recursos que tienes a tu alcance saber aplicar todas bien las técnicas y fidelizar tu diseño sonoro.
CLAVE Nº4 – CONTROLA LA OBJETIVIDAD SONORA:
Pongamos las cartas sobre la mesa. ¿Cuántos de vosotros habéis estado modificando por ejemplo una eq y después de un rato os habéis dado cuenta de que el plugin estaba en bypass? Lo que quiero es que penséis en la fragilidad que tiene nuestra objetividad sonora. La mente nos hace muy malas pasadas, sobre todo cuando llevas horas encerrado en el laboratorio sonoro.
Es imprescindible encontrar sistemas que te ayuden a mantener la objetividad para tomar buenas decisiones en la mezcla y fidelizar tu diseño sonoro. Yo suelo tener en consideración lo siguiente:
- Antes de aplicar cualquier plugin tengo que conocer y ser absolutamente consciente de qué es lo que quiero conseguir aplicando ese plugin. Y si no tienes claro qué es lo que buscas planteate que a lo mejor lo que sucede es que no necesitas aplicar ningún plugin.
- Cuando proceses una pista hazlo escuchándola junto con el resto de las pistas. Por muy bonito que suene un sonido cuando está solo, no quiere decir que cuando lo oigamos con el resto vaya a funcionar. Éste es un truco superefectivo que hará ahorrarte mucho tiempo en mezcla.
- Haz comparaciones honestas. Siempre que proceses una señal de audio y hagas una comparativa A-B (activando y desactivando el bypass), asegúrate que la sensación de volumen es exactamente igual con la señal sin procesar que con la señal procesada, ya que el volumen es un absoluto seductor que hará que pierdas de vista los verdaderos cambios sonoros que has realizado. De la misma manera, cuando compares tus mezclas con discos que ya están masterizados, regula la sensación de volumen para que analices exclusivamente la sonoridad. Lógicamente un tema ya masterizado sonará más fuerte que tu proyecto de mezlca, lo que es normal por otro lado.
- Intenta mezclar siempre estando fresco. Si un proyecto te lleva demasiado tiempo, perderás la perspectiva sonora, te terminarás aburriendo y no podrás sacarlo adelante como en principio imaginaste. Seguramente el mayor potencial de los técnicos aparece en las primeras horas de trabajo de mezcla, cuando todavía no hemos perdido la frescura. Una retirada a tiempo es una victoria, así que si sientes que has perdido la frescura es hora de que apagues tu DAW y te vayas a casa… mañana será otro día.
MonsterTracks ofrece servicios de sonido freelance para producciones de cine, tv, videojuegos y música. MonsterTracks cubre todo el proceso íntegro de producción de sonido desde la grabación hasta la entrega final del producto, lo que permite un engranaje perfecto y una comunicación fluida entre los diferentes departamentos de sonido para cumplir los objetivos marcados por el diseño sonoro. Cada producción merece tener un diseño sonoro exclusivo que dimensionará las necesidades concretas del proyecto para poder adaptarse a los presupuestos destinados al sonido.