Muchos países de todo el mundo dependen aún fuertemente de carburantes fósiles, pero a través de la inversión en proyectos de energías renovables, las compañías tienen la posibilidad de empezar a cambiar tanto las tecnologías como las actitudes, lo que tendrá beneficios tangibles en la salud y la calidad de vida a largo plazo. Dado que la industria ha sido históricamente el mayor generador de contaminación, creemos que los fabricantes estamos obligados a tomar la delantera y demostrar que las empresas y las ideas medioambientales no son mutuamente excluyentes.
No es sorprendente que exista un cierto grado de escepticismo sobre las políticas de sostenibilidad de las empresas. Es indiscutible que las organizaciones se han cubierto con un “halo verde” con el propósito de explotar el hecho de que las promesas de sostenibilidad se reflejen positivamente en la imagen de la compañía, tanto interna como externamente. Sin embargo, aparte de marcar la casilla de objetivos de responsabilidad social corporativa y reducción de emisiones de la Unión Europea, debemos recordarnos a nosotros mismos que proyectos como el de la compensación de emisiones pueden, y de hecho lo hacen, tener efectos muy positivos en las comunidades que viven en aquellas regiones en las que se están apoyando proyectos energéticos.
Panasonic tiene los recursos necesarios para tener un gran impacto y se encuentra en una excelente posición para extender esta positiva filosofía verde a todos sus socios comerciales y a sus clientes finales. De hecho, juntos seremos capaces de lograr un impacto mucho mayor que el que jamás podríamos conseguir individualmente.
Estas son las razones por las que el pensamiento verde lleva tanto tiempo siendo el centro de la visión de Panasonic. Lo perfilamos en nuestro Green Plan, y el año pasado reafirmamos nuestra ambición de llegar a ser la compañía número uno en la innovación ecológica en la industria de la electrónica en 2018. Para conseguirlo, estamos apoyando tres proyectos de compensación de emisiones que han sido acreditados por la Gold Standard Fundation, la organización sin ánimo de lucro que supervisa la compensación de emisiones de la industria. Con este tipo de acuerdos estamos seguros que las compañías pueden generar propuestas infalibles y éticas.
La iniciativa Compensación por la Vida (Offset for Life) para proyectores profesionales permite a los clientes calcular su huella de emisiones basándose en el número, y modelo, de los proyectores que tiene en funcionamiento, teniendo en cuenta su funcionamiento y el uso semanal típico. El método de cálculo ha sido verificado por Price WaterHouse Coopers, y los resultados ofrecen una representación exacta del CO₂ generado durante la vida activa de un proyector.
Al entrar en el programa, nuestros clientes compran la compensación de emisiones, que a continuación Panasonic invierte en su nombre en planes de reducción de emisiones en Turquía, China y Ghana. Confiamos en que, junto a nuestro socio ClimateCare, que desarrolla los programas de compensación de emisiones de los tres principales partidos políticos de Reino Unido, podemos ofrecer una política de sostenibilidad acertada.
Nuestra política medioambiental cubre todo el proceso, desde el embalaje hasta la ingeniería, un área en la que la compañía ha realizado avances significativos en los últimos años. En la pasada década hemos mejorado la eficiencia de nuestras fuentes de luz y consecuentemente hemos reducido las emisiones de nuestros proyectores el 57% desde el año 2000 (tomando como referencia nuestro modelo de 10.000 lúmenes). Como resultado, se ha reducido el impacto de las emisiones de carbono en relación al ahorro de energía. Aunque la compañía se enorgullece de desarrollar productos de alto rendimiento y duración, mantenemos una perspectiva realista y aceptamos que no es posible eliminar por completo las emisiones de carbono. Por eso decidimos que la compensación de emisiones es la solución más apropiada que podemos ofrecer a los consumidores.