He pensado y repensado muchas veces esto mientras iba de camino a realizar la prueba de sonido de ese día, y es que al final los técnicos que estamos de gira y tenemos algún que otro bolo encima hemos vivido toda la metamorfosis camaleónica de este mundillo… como olvidar aquellos conciertos con la mesa de mezclas PM4000 de Yamaha o la mesa SessionMix de Studiomaster y por supuesto los dos racks de 20 unidades colmadas de proceso,,, como también me será difícil olvidar aquella tarde (de la que podría hasta decirles la hora exacta) en la logre que a golpe de botón y a través de MIDI se cambiaran todos los efectos a la vez maravilloso!!!!!!!!!!!!!!!!!
Y ustedes se preguntaran a que viene esta nostalgia, que al fin al cabo somos técnicos y queremos leer rollos técnicos… porque vamos de negro y nos gusta el rockandroll,,, y es que muchos de ustedes coincidirán conmigo en que algunos (no es mi caso) ya les fue un reto pasar del dominio análogo al digital, por lo que a mí respecta cuando conseguí que los efectos cambiaran de programa al unísono solo con un botón como os comentara tan ilusionado antes, fue justo después cuando tuve que enfrentarme a la primer mezcla en directo con una YamahaPromix 01 (la de la pantallita verde), así que hubo que desmantelar toda nuestra rutina de trabajo para adaptarnos a lo que se venía,,, el mundo digital,, y claro lo hicimos…
También he de deciros y estoy seguro de que compartimos en que ninguno de nosotros volveríamos a la mesa de mezclas PM4000, yo por lo menos no llegaba ni estirándome al control de ganancia, ni hablar si después del bolo además nos tocaba subirla al camión, solo los que hemos hecho eso podemos entender más o menos lo que sintieron los egipcios al construir la gran pirámide. Risas aparte, que no nos quiten nuestras mesas digitales, sean cuales sean nuestras preferencias personales, lo cual dará para escribir futuros artículos.
Llegados a este punto, puedo ya empezar a contarles el verdadero cometido de hoy: “la mezcla 2.0” como me gusta llamarle, se preguntarán ustedes a que me refiero…. Y es que cuando ya todos nos acostumbramos a trabajar con nuestra mesa de mezclas digital preferida, su sonido y su proceso, llegaron ellos para romper nuestros esquemas, ellos los PlugIns…
Y así fue que cuando conseguiros en nuestras giras un sonido cristalino y potente (propio del dominio digital), empezamos a echar de menos aquella distorsión tan agradable de nuestros procesos análogos, así que buscamos la forma de hacerle la trampa al diablo y meter en nuestras mezclas de directo a nuestras emulaciones favoritas de artefactos “de antes” y eso lo conseguimos con nuestros amigos, los PlugIns y ahora si, aquí estaba la mezcla 2.0 o como sonar en directo como ese disco de Foreigner de los 80s.
Dicho esto, se abre el gran debate y sin encasillarnos solo en recrear equipos clásicos, los PlugIns como herramienta de mezcla y no solo para “embellecer” nuestro trabajo.
Lo cierto es que ya es casi impensable entrar en Rider de una gira de artistas de las de Primer nivel (e incluso no tanto) sin que veamos en la lista alguna que otro servidor y tarjeta de interface para PlugIns, no voy a entrar en detalles porque no corresponde, pero últimamente he vivido situaciones extremas con este tema, y hablo de artistas de primer nivel, donde si por algún motivo no había servidor y tarjeta de PlugIns lisa y llanamente no había concierto, sin importar cuantas unidades de d&b perfectamente anguladas y procesadas, o que DIGICO estuviera montada en el FOH, todo eso no importaba sin la posibilidad de los PlugIns.
Así que visto lo visto, toca hablar de “mezcla 2.0” bienvenido al mundo PlugIns en directo.
He de decirles que es un tema que me ha fascinado desde el principio y que he buscado la forma de implementar en mis conciertos desde que existió la posibilidad, en principio como herramienta y con el tiempo como el toque mágico. Para el que aún no se a animado aun a investigar en estos temas, les pondré un ejemplo REAL: concierto en lugar cerrado de mala acústica, PA mal puesta y desproporcionada, cantante de la banda que hace el 80% del concierto fuera del escenario, entre el público y delante de los altavoces y que además no tiene gran potencia de proyección vocal… ante estas situaciones, cuando vi herramientas como el Q10 de WAVES, un paramétrico de 10 bandas con ancha de banda ajustable casi a una frecuencia exacta, donde además se pueden encadenar varios de estos Q10 en nuestro rack de PlugIns, donde poder corregir hasta en 20 puntos o más sin desmerecer el programa musical final, el resultado es sencillamente mágico.
Con lo cual, cuando hablo de plugins me gusta establecer esas dos familias, los que son herramientas y los que son maquillaje, procesadores de armónicos o de transientes o cualquiera de sus posibilidades y variantes de emulaciones, por citar otro ejemplo de estos de los por mi llamados “maquillaje”, si aún no lo has hecho, échale un ojo al VITAMIN de WAVES, un generador de armónicos por rango de frecuencia que trasformara cualquier resultado final de tu mezcla a un auténtico nivel 2.0
Lo cierto es que a pesar de la controversia que he notado entre varios colegas de profesión, esta es una realidad del sonido en directo de hoy en día y estoy convencido en que de aquí a muy poco tiempo no habrá concierto que no tenga algo de proceso bajo plataforma PlugIn, así que el que aún no lo haya hecho, ya está tardando en investigar, eso si, yo cumplo con mi instinto de advertencia e informarles que CUIDADO les aseguro que el uso de PlugIns en directo es absolutamente ADICTIVO, he cumplido
Me gustaría acabar diciendo que todas las referencias a marcas o modelos de mesa de mezclas que puedan leer en mis publicaciones son totalmente objetivas y didácticas y no tendrán nunca un fin comercial solo el técnico que todos entendemos, hablando de sonido profesional inevitablemente haremos mención alguna vez a tal o cual equipo como es lógico.
Gabriel Cedres
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