La difusión sonora estaba confiada, hasta hace algunos meses, a una antigua instalación de tres vías, pero, como ya se sabe, un ambiente con reverberación y una escasa directividad no pueden combinarse. Para solucionar los problemas de inteligibilidad se ha recurrido a la nueva instalación K-array, constituida por ocho KT22C Tornado, difusores compactos point source con ángulo de dispersión 90×90 grados, dos KKS50 para las bajas frecuencias y un amplificador KA10-10 de Clase D.
La instalación ha sido un regalo, en ocasión de la conmemoración de Ross Ritto, fundador y CEO de Sound Image (la empresa está especializada en instalaciones audio y vídeo), de la mujer Katie. Ha sido Jason Schmidlapp de Sound Image, con John Borja, Area Sales Manager Installed Sound – Sennheiser (distribuidor de K-array), quien ha propuesto el sistema K-array por sus características de directividad, pero también por el tamaño reducido de los módulos, que se han instalado de manera muy discreta entre los pilares y las paredes externas del edificio.
Borja ha contado: “Es como entre David y Goliat. Hemos sustituido la antigua instalación a un décimo del coste con una mejora del 100% en términos de inteligibilidad”. La electrónica interior, que permite al sistema “adaptarse” al ambiente, ha sido otro elemento decisivo en la elección de K-array; siempre Borja dice: “Con K-array los sound engineer deberán pensar en cómo enfrentarse no sólo a las propiedades acústicas sino también a las características del espacio y de la colocación de los difusores. Para facilitar este trabajo, será determinante la posibilidad de programar el DSP interior en relación con el lugar de la instalación, que es una de las características más importantes de cada amplificador K-array. La electrónica de K-array es realmente un caso único”.
Para más información: http://www.rentmusic.net/
