¿Conoces la acústica de tu sala?

¿Conoces la acústica de tu sala?

Como continuación a la publicación “Primero la acústica de tu sala, después todo lo demás”, donde introducíamos de manera sencilla algunos conceptos acústicos, hoy retomamos la temática y la ampliamos con otros tres conceptos que nos ayudarán a entender mejor la sala o el recinto donde trabajamos.

Uno de los objetivos de estas publicaciones es acercar la Acústica a profesionales que trabajan o se relacionan con el sonido y el audio en su día a día: ingenieros audiovisuales, arquitectos, productores, editores de vídeo, locutores, grafistas y un amplio abanico de profesionales con perfiles muy diversos.

En muchas ocasiones, cuando me presentan alguna idea o proyecto sobre una instalación audiovisual, me hablan sobre equipamiento y la palabra “acústica” no suele estar presente, aun tratándose de uno de los aspectos más importantes que debería ser tenido en cuenta desde el inicio. La acústica de una sala o recinto es la base sobre la que van a trabajar nuestros equipos y nosotros mismos. El rendimiento que podamos sacarles y sacarnos va a depender de cómo suene nuestro espacio de trabajo.

Planificar la acústica en función de cada necesidad debería ser el primer paso para poder trabajar de manera adecuada y fiable con audio y sonido. A partir de aquí, podremos empezar a pensar en equipamientos y otras cuestiones.

Salas de reuniones y videoconferencias, platós para la creación de contenidos, pequeños estudios particulares y, en general, cualquier espacio donde se desarrollen actividades audiovisuales, deben ser tratados acústicamente en dos aspectos fundamentales: Aislamiento acústico o insonorización y Acondicionamiento Acústico.

En este post, explicaré de manera sencilla tres conceptos fundamentales que se deben medir y analizar para conocer las características acústicas que tiene nuestra sala o recinto: el ruido de fondo, la respuesta en frecuencia y el tiempo de reverberación. Ahora bien, analizar en profundidad y saber qué acciones tomar para corregirlos no es una tarea sencilla y lo más recomendable, es ponerse en manos expertas. Como ya comentamos en el post anterior, la Acústica es una ciencia compleja y requiere de mucha experiencia para poder diagnosticar con exactitud y corregir los problemas puede tener una sala o recinto y cómo corregirlos.

Ruido de fondo

¡El ruido de fondo se mide! Además de afectar notablemente a la concentración y a la creatividad, en muchos ámbitos profesionales se vuelve imprescindible tener muy bajo ruido de fondo, o al menos adecuado al tipo de actividad que se va a desarrollar.

 

¿Qué factores más usuales afectan al ruido de fondo? Por citar los más comunes, nos afecta el ruido del tráfico, fenómenos meteorológicos como la lluvia o el viento, maquinaria de cualquier tipo cuyo funcionamiento sea audible en nuestro espacio de trabajo, ruidos de vecinos, e incluso los propios ventiladores de nuestros ordenadores o cualquier elemento que esté dentro de nuestro espacio de trabajo y emita algún tipo de sonido, aunque sea muy bajo.

Una manera sencilla de medir el ruido de fondo es mediante el uso de un sonómetro básico. Entre otras cosas, nos indicará el nivel de presión sonora que tenemos en cada frecuencia y en cada momento cuando nuestro espacio está en “silencio”. Hoy en día, disponemos incluso de apps para dispositivos móviles que nos ayudan a realizar mediciones con cierto grado de fiabilidad y a entender mejor qué está ocurriendo.

El índice más utilizado para evaluar el ruido de fondo en una sala o recinto es el índice NC. Relaciona los niveles de presión sonora (SPL) del ruido de fondo, medidos en decibelios, con las distintas bandas de frecuencias. La siguiente gráfica representa las curvas de los distintos índices NC asociadas a ruido de fondo.

 

La curva más exigente pertenece al índice NC15 y se corresponde con espacios que deben ser extremadamente silenciosos como un estudio de grabación o una sala de locución. Por ejemplo, en estudios de TV, platós o radio se recomienda cumplir la curva NC25.

 

El principal encargado de mantener el ruido de fondo en niveles recomendados es el aislamiento acústico. Las soluciones a adoptar para reducirlo dependerán mucho del elemento a aislar y del ruido que genera. Desde una solución Box in Box para una sala que necesite un alto grado de insonorización acústica, hasta mejorar unas ventanas o incluso aislar un ordenador o equipos con ventilación.

 

Respuesta en frecuencia

 

En la publicación anterior comentábamos cómo las reflexiones de las ondas sonoras dentro de nuestro espacio modificaban la señal original amplificando y atenuando la amplitud de sus frecuencias. En un mundo ideal, nuestro espacio debería ser neutro en este sentido, es decir, la amplitud de cada una de las frecuencias que forman el sonido no debería verse afectada por nuestra sala o recinto.

 

Para ver cómo se comporta nuestra sala en cada una de las frecuencias, recurrimos a la Respuesta en Frecuencia. Existen diversas maneras de medirla, reproduciendo por unos monitores de audio dos tipos de señales generadas artificialmente y que contienen todas las frecuencias con la misma amplitud. Estas señales son el ruido blanco y el barrido de frecuencias.

Son señales que nos aseguran que todas las frecuencias tienen el mismo nivel. El ruido blanco contiene permanentemente todas las frecuencias y el barrido va recorriendo todas ellas.

¿Conoces la acústica de tu sala?

 

Estas señales serán captadas y registradas por un micrófono de medición, obteniendo una nueva señal parecida a la original. La diferencia existente entre la señal original y la señal captada por el micrófono en nuestro recinto nos dirá cómo afecta nuestra sala o recinto a cada una de las frecuencias.

En nuestro mundo ideal, la respuesta en frecuencia tendría el aspecto de la siguiente gráfica. Se observa una señal “plana” donde todas las frecuencias tienen el mismo nivel.

¿Conoces la acústica de tu sala?

Pero en el mundo real, la señal captada por el micrófono contendrá la suma del sonido original y las reflexiones generadas por nuestro espacio. Los valores medidos del nivel en cada frecuencia diferirán del original. La siguiente gráfica muestra ambas señales, la original que tiene el mismo nivel en todas las frecuencias y la real que se ve intuida por nuestra sala o recinto.

 

¿Conoces la acústica de tu sala?

Observamos que ya no conseguimos una respuesta plana. En la imagen se pueden observar las desviaciones medidas respecto al valor ideal de una respuesta plana. Se observan varias zonas de frecuencias donde el valor real está por encima del ideal, con valores de hasta +18 dB, y otras zonas donde que estarían por debajo con valores de hasta -10 dB.

En función de la actividad que se vaya a desarrollar, las exigencias sobre la respuesta en frecuencia serán distintas. Así, por ejemplo, en una sala de mezcla de música o postproducción de audio las desviaciones deberían rondar los +/- 5 dB y serán más exigentes que en una sala de edición de vídeo o control de realización.

¿Cómo mejoramos la respuesta en frecuencia? Principalmente empleando material acústico, tanto de absorción como de difusión. Estos materiales no funcionan igual en todas las frecuencias y su elección debe estar basada en solucionar problemas concretos y localizados. Hay algunas pautas generales para la instalación y uso de los diferentes tipos de materiales acústicos, y de nada nos sirve llenar una pared de absorbente acústico, si el rango de frecuencias en el que trabaja es distinto a las frecuencias problemáticas de la sala. Es más, seguramente perjudique a otras frecuencias que no tienen problemas.

Aprovecho también para comentar que la Respuesta en Frecuencia no es sólo un aspecto relacionado con la acústica de una sala y recinto. Los equipos de audio y sonido como micrófonos, altavoces y amplificadores también se caracterizan por tener una respuesta en frecuencia determinada.

Tiempo de Reverberación

Otra de las medidas básicas para conocer el comportamiento de una sala o un recinto es el Tiempo de Reverberación, TR. De una manera muy sencilla, podemos definirlo como el tiempo que el sonido se queda interactuando en nuestra sala hasta que disminuye 60dB. Podremos usar las mismas señales patrones que para medir la respuesta en frecuencia: ruido blanco o barrido en frecuencia.

En una sala que no esté tratada acústicamente las ondas sonoras se quedarán rebotando por las superficies, con lo que el sonido tardará más en extinguirse y por tanto el TR será mayor que si tratamos esos rebotes o reflexiones empleando material acústico.

Seguro que habréis experimentado alguna vez como en una iglesia el sonido tarda bastante en extinguirse, en muchos casos hasta más de 5 segundos. Por poner un ejemplo contrapuesto, en el control de sonido de un estudio de grabación el TR debería estar aproximadamente entre 0,4 y 0,2 segundos en función de la frecuencia.

En la siguiente tabla se pueden observar valores típicos recomendados del TR en diversos tipos de recintos.

¿Conoces la acústica de tu sala?

Podríamos profundizar más en esta tabla de valores típicos y comentar que dichas recomendaciones van a depender también del tamaño de la sala. Sirva como ejemplo un comentario de Ricardo Viñas, Senior Sound Consultant de Laboratorios Dolby, haciendo referencia concreta a las Salas de Cine.

“Un tiempo de reverberación de 1 a 1,2 segundos debería corresponder según SMPTE, THX y DOLBY a una sala de unos 20.000 metros cúbicos. O sea enorme y muy infrecuente hoy día. El RT de una sala de cine moderna de tamaño medio debería ser del orden de la mitad de esos valores, según las mismas fuentes. Si me apuras, la tendencia actual para salas premium con sonido inmersivo es de RT incluso más bajo.”

Veamos ahora qué aspecto tiene el TR. La siguiente gráfica se corresponde con una medición real del TR de una sala. Se puede observar que sus valores se mueven cercanos a 0.4 segundos en la zona de bajas frecuencias y se mantienen entre 0.3 y 0.2 segundos en el resto de frecuencias. Se corresponde con una sala de postproducción de audio, que también podría servir para grabar instrumentos y locuciones, mezclar música…

 

 

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