¿Cómo serían los personajes de la famosa saga espacial sin sus pistolas y espadas láser? Para que el espectáculo de luces no resulte aburrido, Cameo presenta dos láseres para espectáculos cuyos nombres recuerdan a dos héroes espaciales, Cameo Wookie 200 RGY & IODA 600 RGB .
Cameo Wookie 200 RGY
En el universo de los láseres para espectáculos, el Wookie es mucho más pequeño que el Ioda. Al contrario que su homólogo peludo en la película, el Cameo Wookie 200 RGY viene en una carcasa muy compacta. No obstante, el acabado deja una buena impresión a pesar del segmento de precio muy asequible donde se ubica este láser de Cameo. El frontal está dominado por una gran abertura de salida y la pegatina obligatoria amarilla de seguridad. En el dorso encontramos los habituales elementos de manejo y conexiones: la conexión eléctrica se realiza a través de un cable de alimentación. Quien quiera controlar el Cameo Wookie 200 RGY con una mesa de iluminación, puede alimentar la señal DMX a través del conector XLR de tres pines y, en caso necesario, se puede enlazar en bucle.
La configuración se efectúa a través de una pantalla sencilla y cuatro botones. Además, hay otros dos reguladores giratorios. Uno de ellos sirve para ajustar la sensibilidad del micrófono incorporado para el control musical del equipo, mientras que el otro está previsto para la regulación de la potencia del láser.
Cameo Wookie 200 RGY la seguridad es lo más importante
Sin embargo, muy importantes son las características de seguridad de la parte posterior. Por un lado, hay un anillo para la cuerda de seguridad; para cualquier foco que se vaya a colgar, la seguridad es imprescindible. También hay un puerto Interlock y un interruptor con llave en el lado trasero, pues si bien el Cameo Wookie 200 RGY se podría considerar incluso como juguete por su tamaño y clase de precio, de todos modos es un láser de clase 3 y, por tanto, es peligroso. Solo con la llave incluida en el volumen de suministro se puede activar el rayo láser; así se evitan un mal uso o un manejo equivocado.
Para el Interlock también se suministra un conector con el que se puede poner a funcionar el Cameo Wookie 200 RGY. Eso sí, en Alemania es obligatorio que haya instalado un interruptor de emergencia adecuado para esta clase de láser. En caso de mal funcionamiento que también pudiera provocar que se emita un rayo láser estacionario, este equipo se debe poder apagar también a distancia. Asimismo, solo se permite la puesta en marcha cuando se puede demostrar la cualificación pertinente, p. ej. como encargado de seguridad para láser, y se notifica el uso del láser a las autoridades.
La centrifugadora de fotones del Cameo Wookie 200 RGY
En la práctica, en seguida se ve que las mencionadas condiciones de seguridad no son en vano. Al fin y al cabo, el Wookie genera un efecto láser impresionantemente brillante con sus 200 milivatios. Se pueden representar diferentes geometrías y animaciones en rojo, verde y amarillo. La presentación se ve algo temblorosa y no impresiona necesariamente como proyección. No obstante, la velocidad de los espejos es de 5.000 puntos por segundo. Con niebla, aparecen de ese modo efectos realmente bonitos que resultan fascinantes.
El control puede ser autónomo, por sonido o mediante comandos DMX. En el modo autónomo y en el controlado por música, se incluye también un mando a distancia con el que se puede encender y apagar el láser Wookie, y cambiar de modo. Para el control por DMX se necesitan tres canales o los nueve. En el modo de tres canales, se pueden configurar colores y tamaños de las formas, así como el modo automático y por sonido. En el de nueve canales, se puede acceder directamente a los patrones y colores, y representar el giro en tres ejes, el tamaño de la presentación y el movimiento.
Ioda
El Cameo Ioda está a otro nivel, comenzando por las dimensiones exteriores, pues el Ioda es cuatro veces más grande que el Wookie. El acabado es mucho más resistente, y lo que me ha encantado personalmente es el asa dorada fuerte que confiere un toque especial al equipo. De nuevo, el frontal está dominado por la ventana de salida y la pegatina de seguridad.
Sin embargo, en el dorso hay mucho más por descubrir. Las entradas XLR son también de tres pines, la alimentación eléctrica se efectúa aquí con una conexión Powercon y también se puede enlazar en bucle. Las características de seguridad son idénticas. El Ioda es un láser de clase 4 y, de la misma manera, solo se puede usar con la formación previa pertinente y respetando diversas medidas de seguridad. Entre las conexiones de control hay otras dos tomas alargadas. Son los llamados puertos ILDA. A través de ellos, se pueden conectar señales de controles especiales para láser que posibilitan generar gráficos propios y espectáculos sofisticados de láser.
El sistema Ioda se basa en los tres colores básicos RGB: rojo, verde y azul. Con ellos se pueden mezclar los demás colores; la mezcla cromática realmente me ha fascinado. Los colores convergen de forma extrema, por lo que el rojo y el verde dan lugar a un amarillo auténtico, sin que se vean dos líneas juntas de colores distintos. La velocidad de los motores es de 30.000 puntos por segundo. Para un láser de gráficos no es el valor más alto, aunque sí muy bueno para esta clase de precio. Sus presentaciones y gráficos se ven asimismo uniformes y sin sacudidas. Lo único es que, cuando son muy complejos, pueden resultar menos fluidos. La intensidad también es convincente, de manera que el Cameo Ioda es ideal para clubes más grandes o escenarios de tamaño medio.
ILDA y DMX Cameo Wookie 200 RGY
Este láser también puede funcionar en modo autónomo, aunque no tiene mucho sentido. Quien use un láser de esta clase, seguro que sabe lo que quiere conseguir con este equipo. Con el formato ILDA ya descrito, se pueden generar gráficos y espectáculos propios. Pero también con DMX se pueden hacer algunas cosas. Con cuatro canales DMX, se pueden usar 128 patrones preprogramados distintos con tamaños y colores configurables. Entre los patrones internos, encontramos las animaciones más diversas de personas, animales y objetos o, p. ej. una cuenta atrás. En el modo de once canales, también se pueden rotar y mover todos los patrones con total libertad en tres ejes.
Como siempre, hay que preguntarse qué láser resulta ideal para cada uso. Para mí, el Wookie es un fantástico equipo para empezar. Incluso para escenarios de clubes más pequeños, este láser da la talla. En cambio, el Ioda está orientado para forofos del láser más ambiciosos, y se podría usar, sobre todo, en clubes y lugares algo más grandes. Ambos láseres están disponibles también con otros colores de láser. Asimismo, hay una serie Luke que, a nivel de potencia, se enmarca entre las dos series probadas.
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