«Spasskaya Tower», el Festival Internacional de Música Militar, se celebra todos los años en la Plaza Roja de Moscú. El programa de este año incluyó un vistoso espectáculo de video-proyección audiovisual preparado por ETC Russia. En él, siete proyectores audiovisuales de gran potencia lumínica Christie Roadster S+20Ks proyectaron imágenes sobre los muros de uno de los grandes símbolos moscovitas: la Catedral de San Basilio.
El Festival «Spasskaya Tower» es un imponente y espectacular musical y, a la vez, una dramática «batalla» de orquestas militares de diferentes países desplegada ante una entusiasta y admirada audiencia y que tiene lugar con los soberbios muros del Kremlin como telón de fondo. Desde 2006, el Festival se celebra en el marco de las Jornadas de la Ciudad de Moscú y en él participan unidades de la Guardia de Honor del Estado y las más importantes bandas de música militar de dentro y fuera de Rusia.
Este año el Festival duró cinco días, y cada uno de ellos finalizó con un show de vídeo de diez minutos. Según afirma Roman Markholia, director creativo del proyecto y del espectáculo, «se trataba de introducir un momento dramático que marcara el clímax de todo el espectáculo. De ahí surge la idea de recurrir a la proyección de vídeo».
Con ese fin se instalaron siete proyectores audiovisuales Christie Roadster S+20K de 3-chips DLP y 20.000 lúmenes ANSI junto a la Catedral, prácticamente debajo de una de las gradas. Uno de los proyectores audiovisuales se montó verticalmente. Andrey Efarov, Director Técnico de ETC Russia, explica que esa disposición fue necesaria por la estructura arquitectónica de la Catedral, con su cúpula central situada muy por encima de las demás, con lo que la posición vertical del proyector proporcionaba un uso más eficiente de su matriz.
Otros dos proyectores audiovisuales Roadster S+20K ubicados en el extremo más alejado de la plaza—tras las gradas—fueron los encargados de producir la imagen proyectada sobre la esfera de 15 metros instalada en Lobnoye Mesto (Plaza de las Calaveras).
«Con sus cúpulas de cuento de hadas y sus más de cuatrocientos cincuenta años de historia, la Catedral de San Basilio desempeña un papel fundamental en el dramatismo del espectáculo, actuando como centro y contrapunto de todo el show, como una suerte de símbolo de la alianza entre el Este y el Oeste, de la fusión de culturas», explica Roman Markholia, que añade: «Esa es la razón por la que quise que cobrara vida y que me llevó a crear la imagen de un ave del paraíso moviendo las alas al final del espectáculo».
Además, Markholia afirma que, cuando los técnicos de ETC Russia se presentaron ante él y le mostraron sus vídeos, supo inmediatamente qué rumbo tomar. «Sin embargo, nuestra tarea iba más allá de proponer una solución técnica. Era importante también crear un contenido animado interesante y lleno de sentido que tuviera en cuenta los rasgos específicos del lugar y que estuviera en consonancia con su inalterable espiritualidad», declara Markholia, y prosigue: «Dimos forma al espectáculo en estrecha colaboración, avanzando paso a paso a lo largo de dos meses».
ETC Russia preparó el contenido del vídeo con resolución de 3960 x 2869 píxeles en formato MOV sin comprimir. Las imágenes de vídeo se generaron en entornos 2D y 3D, realizándose para éste último una maqueta tridimensional de la Catedral. Durante la preparación del contenido del vídeo, Andrey Efarov se dio cuenta de que las peculiaridades de la decoración exterior de San Basilio obligaban a los técnicos a descartar algunos de los conceptos preliminares. «Sin embargo, si hacemos caso a la audiencia, los efectos visuales conseguidos fueron verdaderamente asombrosos y, una vez más, confirmamos que el equipo facilitado por Christie—y con el que tenemos ya una larga experiencia de trabajo—fue verdaderamente la mejor elección».
Al son de la música, la silueta arquitectónica iba recortándose contra un fondo de noche cerrada, con las célebres cúpulas de la Catedral de San Basilio brillando, centelleando con sus brillantes colores, atrayendo las miradas de la gran audiencia que presenciaba el espectáculo.
Fundiendo imágenes de vídeo y modificando la geometría resultante para ajustarse a la superficie de la Catedral, tanto el control de los archivos de vídeo como la proyección audiovisual se llevaron a cabo con ayuda de una plataforma Onlyview desarrollada por la empresa ETC-Audiovisual.
Más de treinta y cinco mil personas se congregaron en la Plaza Roja para presenciar la edición de 2010 del Festival “Spasskaya Tower” y muchas más pudieron verlo a través de la televisión central rusa y de canales extranjeros.
Roman Markholia resume así el evento: «En mi opinión, sin ese emocionante clímax, el show habría sido mucho menos espectacular. El público ruso no está todavía familiarizado con este tipo de efectos visuales. Los rusos han visto montones de espectáculos pirotécnicos, pero jamás habían sido testigos de unas transformaciones arquitectónicas tan vistosas en plena Plaza Roja». realizadas por los proyectores audiovisuales.
Una armoniosa combinación de música militar, clásica, étnica y pop, un desfile de gala de orquestas militares y espectáculos de danza, demostraciones de armamento, elementos pirotécnicos y, sobre todo, una gran espectacularidad visual, convirtieron el Festival en uno de los acontecimientos más extraordinarios del año en la vida cultural de la capital rusa.