El trabajo de los técnicos de sonido empieza mucho antes de lo que la mayoría cree, sobre todo cuando giramos por diferentes sitios, cada día con un equipo diferente.
Gran parte de las actuaciones de bandas en directo se realizan en salas pequeñas o medianas. Es una manera fácil y accesible de ver a grupos y artistas poco conocidos (o no tan poco) porque los precios de las entradas son más bajos que en los conciertos de gran formato o los festivales, y hay un gran número de salas de conciertos repartidas por las ciudades.
Para los técnicos de sonido, en cambio, no suele ser tan fácil. Casi nunca podemos contar con los recursos y la logística que nos ofrecería un montaje dedicado solamente a nuestra banda. Por eso es importante encontrar un equilibrio entre lo deseado y lo posible. Igual que en el ajuste de sistemas, a veces lo más práctico no es buscar la perfección sino saber elegir “el mal menor”.
Muchas veces los técnicos de sonido compartimos escena con otros grupos y, aunque no sea así, uno de los mayores enemigos que tenemos suele ser el tiempo, que escasea. Pero se pueden hacer ciertas cosas que siempre ayudarán al buen desarrollo de nuestro concierto.
El trabajo de los técnicos de sonido
TAREAS PARA EL TÉCNICO DE SONIDO ANTES DE EMPEZAR :
- La pre-producción. Es muy importante estar en contacto con la sala tanto tiempo como sea posible antes del show. Tener un rider técnico actualizado y claro ayudará tanto a la banda y a su técnico como a los técnicos residentes que trabajen en la sala. Es buena idea asegurarse de que reciben el rider correctamente y avisar con antelación de posibles cambios. Por ejemplo, el típico cambio de posición de un músico, aunque no parezca algo importante, puede hacernos perder minutos valiosos que se podrían haber ahorrado con una llamada o un e-mail.
- Siempre que sea posible, llevar una escena preparada para la mesa que hay en la sala. Hoy en día la mayoría de salas medianas ya disponen de mesas digitales, y una de sus mayores ventajas es poder adelantar trabajo en casa. Nombrar canales, preparar ruteos y todo lo que ya sabemos que vamos a querer de cierta manera se puede llevar hecho y cargarlo con una memoria USB.
LLEGADA Y PRUEBA DE SONIDO
- Lo primero de todo, escuchar el equipo. (se entiende que antes hemos dado las buenas tardes y tal). Escuchar música con la P.A. de la sala nos da una idea de su sonido en general, modos propios, respuesta del equipo, etc. Prestando atención a la cobertura en diferentes áreas de la sala y que todas las cajas y sus vías suenen ya se pueden detectar algunos de los posibles problemas antes incluso de sacar el micro de medición.
- Sacar el micrófono de medición (ahora sí). Hay que ser conscientes de que a veces no va a ser posible, hay días con el tiempo justo para hacer un chequeo de líneas y salir. Pero si tenemos un rato, está bien poder ver la respuesta del equipo, ecualizarlo un poco si lo necesita, y asegurarnos de que no hay “cosas raras” que podríamos no haber notado de primeras (a saber: delays mal configurados, subgraves con polaridad invertida, etc.).
- No descuidar el sonido del escenario. Al ser un sitio cerrado y más o menos pequeño, no se puede hacer una total distinción entre sonido de escenario y sonido de P.A. Lo que pase en el escenario seguro que afectará a la mezcla de fuera. Tener los monitores libres de acoples (y comprobar que siguen entregando un buen volumen) antes de que la banda suba al escenario siquiera, hará la prueba de sonido un trámite mucho más agradable. Si se trabaja con in-ears, comprobar que la RF esté correcta. Aquí entraría también el negociar un volumen adecuado para los amplificadores. Si están muy altos pueden molestar a los demás músicos e incluso interferir en la mezcla de P.A. (hasta el punto de tener más sonido directo de amplificador que de micro de ese instrumento). Por el contrario, bajarlos demasiado puede resultar en que el músico esté incómodo.
- Es nuestra responsabilidad como técnicos de sonido hacer una prueba de sonido ordenada y planificada. Tener las líneas chequeadas con antelación y que los músicos estén preparados cuando les toque probar su instrumento, que no toquen mientras se está probando otra cosa, etc. Parece obvio pero a veces se descontrola. No olvidar preparar un micro de talkback en la mesa de FOH enviado a todos los monitores o in-ears; aunque la sala sea pequeña, comunicarse a gritos no ayuda. Es interesante si se tiene tiempo probar con canciones o fragmentos concretos para ajustar ciertas cosas, como por ejemplo el inicio del show, las partes más duras y las más suaves, o las partes corales.
EL SHOW
- Control de niveles. Aunque el equipo sea suficiente, lo habitual es que tampoco sobre. No hay un margen infinito para subir de volumen, incluso podría haber una limitación de dBs. Es mejor priorizar en cada momento lo que tiene que sonar claro que intentar sacarlo todo y embarrar la mezcla. Para poder hacerlo cómodamente es importante tener la mesa configurada para ello. Se deberían provechar las características de cada una para tener a mano los controles que más se van a utilizar, tales como VCAs, las capas customizadas de faders o teclas de usuario.
- La voz y la banda. En el supuesto de una clásica banda de pop o rock, el grupo acompaña a la voz principal. Si otro instrumento es el solista, sustituir “voz principal” por lo que sea. Hay que tener a la vista el canal de voz principal y el resto de la banda agrupada por secciones (batería, bajo, guitarras, teclados, etc.) en un un solo fader para cada una. Incluso tener un VCA con toda la instrumentación y otro con las voces. Subir y bajar el canal de banda siempre que sea necesario para no eclipsar la voz (hay quien prefiere subgrupos en lugar de VCAs). Saberse las canciones y sus dinámicas es importante también.
- Comprimir para no limitar. Los técnicos de sonido deberíamos tener claro que en los recintos con una limitación de decibelios, si vamos justos de volumen, hay que tener la mezcla controlada para que no dispare el limitador. Para ello hay que ser consciente de a qué volumen se está trabajando, si la sala no dispone de monitorización visual del limitador, se deja el micrófono de medición a modo de sonómetro. Localizar los instrumentos o frecuencias concretas que afectan más a la medición (como la caja o ciertas frecuencias de la voz) y comprimirlas, ayuda a no llegar al punto de limitación. También se puede comprimir la mezcla general para tenerla más controlada, sin llegar a perder demasiado rango dinámico.
- Resultados y conclusiones. Grabar la mezcla estéreo desde la mesa para escucharla tras el concierto ayuda a localizar errores y a aprender de ellos. Hay que tener en cuenta que las grabaciones de mesa en un sitio con sonido directo de escenario pueden parecer tener la voz muy alta, la reverb excesiva y algunos instrumentos demasiado bajos. Pero sí es posible ver si la mezcla es estable o los cambios son bruscos, o si por el contrario se echa en falta más apoyo en partes solistas o en los cambios de estilo dentro del concierto. Como los efectos se notan más exagerados que en el directo, se puede ver si son los adecuados o si el próximo día sería mejor probar otra cosa.
El proceso de trabajo de los técnicos de sonido escrito por Carla Fábregas.
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