Os voy a hablar sobre la interesante figura del cazador de sonidos.
El cazador de sonidos,como su propio nombre indica, es una persona que va grabando todos los sonidos que puede “cazar” durante el día o la noche. No hay pausa. Siempre hay un sonido que cazar en el momento más inesperado.
El poder grabar los sonidos cotidianos de una forma instantánea y sin la necesidad de llevar un equipo de grabación aparatoso, es algo fantástico.
Actualmente, solo nos hace falta llevar encima una grabadora digital de bolsillo. Las hay más simples y más sofisticadas y con unos precios nada altos.
Os confieso que yo soy uno de ellos. Siempre con la grabadora en el bolsillo a punto para grabar aquello que menos te esperas que te vas a encontrar.
O también puede ocurrir que tengas que desplazarte a algún lugar en especial porque te haga falta algún sonido en concreto y tengas que ir a buscarlo a ese lugar específico.
Por ejemplo, la grabación de un ambiente de aeropuerto, de un pájaro en concreto, de un ambiente en un bar, etc.
Como ya os he dicho, hoy en día con tan solo una buena grabadora digital de bolsillo (con USB mejor) puedes conseguir unos sonidos increíbles y mejorarlos en calidad, una vez que los descargas a tu ordenador y te los trabajas con tu programa de edición de sonidos habitual.
Para grabar sonidos que son de encargo, ya alquilo el material más adecuado para ir al lugar a grabar el sonido que me piden. Eso ya es otra historia.
Hablamos de otro asunto, porque el cazador de sonidos siempre está alerta. No hace falta obsesionarse tampoco, vale?….
Durante el día a día, te vas encontrando con joyas de sonidos que jamás te hubieras imaginado que fueras a cazar aquel día y ocurre de una forma casual.
Sin embargo, hay otros días que buscas un sonido y no lo encuentras y no lo grabas porque hay algún elemento que pueda molestarte y estropear la grabación. Lástima.
Por supuesto, que en ocasiones no es casual el hecho de grabar un sonido. No grabas un mar en la montaña…. Vas al lugar adecuado, a la hora adecuada para grabar el sonido que buscas.
La sensación personal que siento mientras estoy grabando o localizando el sonido, es la misma que sentía cuando era niño con los cromos y las colecciones de cromos.
Esa emoción del crío que conseguía el cromo que le faltaba en una página, o el cromo que nunca salía. Si lo confieso . Hay veces que me siento así. Quizás sea por esto, por lo que siga siendo un cazador de sonidos.
El seguir el sonido de un afilador, por ejemplo. Escucharlo de lejos y seguir el sonido hasta que lo localizo.
Acelerando el paso, buscando, cada vez se oye más cerca, es por esa calle. Preparo la grabadora porque cada vez lo oigo más cerca…..
Giro la esquina …..Y ahí está!!! El afilador con su flauta y la moto afilando cuchillos.
Entonces es el momento de pillarlo sin el sonido de la moto en marcha mientas afila, es el momento de tomar la posición más correcta que crees oportuna para que la grabación salga bien. Es el momento de esperar a que pare y vuelva a tocar la flauta. ….o de pedirle por favor, si puede tocar la flauta que la quieres grabar. Te miran como si estuvieras loco y toca la flauta un ratito . Se interesa un poco en lo que hago y sigue con su trabajo.
Normalmente , suelo grabar primero cerca de la fuente de sonido y después en otras tomas de la misma grabación, grabo desde posiciones más lejanas de la fuente de sonido; lo que a veces le da un aire diferente a la grabación. Más teatral y menos real.
Este ejemplo del afilador se puede extrapolar al butanero, al restaurante , el cajero, un borracho, el aeropuerto, etc.. Y tantas anécdotas que os podría contar… Pero eso sería ya muy largo y no quiero contaros batallitas.
Bien, pues creo que con estos ejemplos, podéis ver el grado de enfermedad en el que me encuentro.
Loco por conseguir el cromo que me hace falta y que siempre estaré buscando.
Una tarea infinita, que puede ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento…..Apasionante.
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